Amigas y amigos pentathletas:
La presencia de nuestros Símbolos Patrios en nuestra republica, nos hace evocar nuestra historia, las hazañas de grandes personajes que entregaron su vida por nuestra Nación Mexicana; sin embargo, debe también llevarnos a pensar en todos aquellos mexicanos anónimos que, con su entrega, con su labor cotidiana, han contribuido y contribuyen todos los días a hacer de nuestro país, un país libre, fuerte y con futuro.
Nuestros Símbolos Patrios deben ser fuente de inspiración y motor del esfuerzo a las generaciones presentes y futuras. El Himno, ese hermoso Himno Nacional, nos motiva a recordar las diferencias y dificultades en que debimos superarnos todos para construir nuestra Nación. El escudo nacional nos da garantía como ciudadanos de este país, nos enseña la fortaleza y protección que brindamos los mexicanos de que el ser humano es principio y es nuestro fin el ser institucional y en los colores del lábaro patrio se refleja el México multiétnico, multicultural y plural en que vivimos y que es un crisol que nos llena de orgullo.
Debemos honrarlos, no únicamente con ceremonias, sino también a través de nuestro desempeño de todos los días, de nuestra contribución en la construcción del presente y futuro de México; busquemos, hagamos todo lo que tengamos que hacer, para que las generaciones que nos sucedan puedan sentirse como la nuestra, orgullosa de llamarse mexicanos.
Son todos ellos signos tangibles de una Nación forjada con sangre, la lucha y el trabajo de quienes nos han antecedido; son, también, la representación última de nuestra unión nacional, sin fronteras políticas, sin fronteras ideológicas, temporales o geográficas.
Nuestro Pueblo, todos los mexicanos de generaciones presentes, pasadas y futuras, somos uno solo. Hagamos de nuestra vida una celebración de todos los días, de nuestra identidad nacional; enseñemos a nuestros hijos a respetar y a sentirse orgullosos de nuestra Bandera, de nuestro Escudo Nacional y de nuestro Himno.
Pero, sobre todo, enseñemos a nuestros hijos con el ejemplo, que la Patria se honra y se construye a través de la práctica constante de aquellos valores como la solidaridad, el honor, el respeto, la honradez, la legalidad, el trabajo, la tolerancia y la justicia. Que se manifiestan los valores esenciales del pueblo de México, la lealtad a la Patria y el espíritu indomable ante la adversidad.
Hagamos que compartan la convicción de que cada mexicano tiene en sus manos la construcción de esta gran Nación; que sepan que tenemos la responsabilidad de construir un México, cada día más fuerte, con mayor crecimiento económico, con mayores oportunidades, más democracia, un país con justicia y seguridad, un país con educación, salud y empleo para todos. Conseguir es nuestro objetivo común, de nuestra voluntad y de nuestro esfuerzo a partir del diálogo, las decisiones y los hechos respetando nuestras leyes y fortaleciendo nuestra unión.
¡Vamos cruzando fronteras superándonos día con día personalmente para que nuestra nación crezca, ser como una diminuta pieza de rompecabezas que unidas forman una inmensa estructura!
¡Que viva nuestra identidad nacional!
¡Que viva México!