Aniversario del Pentathlón Femenino
Celebrando el 61° aniversario del Pentathlón Femenino, sin lugar a dudas todas estamos de fiesta por este grupo que desde su fundación hasta la actualidad pretende la dignificación de la mujer. En sus filas están encuadradas niñas y mujeres adultas, quienes son afines a nuestra ideología pentathlónica. Tiene entre sus más cercanas doctrinas un mensaje al Pentathlón Femenino, que es una descripción de la mujer pentathleta que enfatiza en las virtudes femeninas, moldea el espíritu de la mujer excepcional con una fuerza de voluntad capaz de traspasar fronteras. Además de lo frágil que parezca para muchos, se ha logrado conformar como un grupo con características especiales y únicas; es también una clara muestra de nobleza de esta institución que sin miramientos ha decidido incorporar a la mujer, a la deportista, intelectual, profesionista y, como un retoque de capacidad, a la mujer consolidada como madre que conforma a su familia manteniéndose firme y con espíritu de servicio a los demás, su capacidad de dar y contribuir a un México estable y de objetivos claros, educando seres humanos sin distingo de género porque las diferencias que existen son complementarias y que solo aquel evolutivamente exitoso será capaz de asimilar.
Como en gran parte del mundo, la mujer de hoy no está de acuerdo con la idea de ser solamente una parte estética digna de ser admirada tan someramente. Mucho se dice que es el pilar de la familia, que es quien educa, que tiene un sexto sentido, etcétera. Quizás en algunas cosas haya razón, pero hay quienes también han sabido apreciar sus capacidades, por diferentes que sean.
Según la opinión de Lucy Romero, desde las primeras sociedades se les consideraba como diosas dadoras de vida. Se les relacionaba con lo bello, lo sensible, eran dignas de admiración y respeto. Luego, a medida que estas civilizaciones evolucionaron, empezó la disputa entre dos tipos de sociedades: las amables, donde las soluciones a los problemas eran encontradas por ambos, no se le consideraba a la mujer como una subclase, tenían especies de asambleas donde se sentaban igual número de hombres y mujeres para participar; por el contrario, las sociedades hostiles, las cuales eran nómadas y arrebataban lo necesario a los demás para sobrevivir. Y es aquí donde empieza la lucha por el poder donde sobreviviría el más fuerte, mismo que se basaba en la fuerza física para quitar a los demás sus riquezas y la mujer por lo tanto quedó reprimida a la autoridad masculina, siendo ahí donde se perdió el valor tan especial que se le daba al simple hecho de ser diferentes. Esas son las diferencias entre hombre-mujer.
Como nos lo dice el ideario pentathlónico, nada de lo que existe está aislado, todo tiene coordinación y belleza; para lograr ese equilibrio es necesario tomar el lugar que nos corresponde y desde ahí continuar transmitiendo el conocimiento y aliento para no ser vencidas por la apatía.
Por otro lado las exigencias actuales de la sociedad han hecho que la mujer lleve a cabo además otras funciones generándose el reto de ser madre, profesionista, esposa, hija, etc…y además están los casos de las que pertenecen a alguna institución, como es ser parte del Pentathlon.
Es por esto y otras razones que abogamos a la conciencia, al cambio de actitudes y la creación de una nueva línea de pensamiento enfocada al enriquecimiento de la cultura de equidad de género en donde se le dé igualdad de oportunidades para ocupar puestos de interés desde los cuales se pueda hacer aún más fuerte y mas grande a nuestra institución. Dejar a un lado el sentido agresivo de la imposición de una subclase para entenderlo como una alianza y así construir un país con una estructura mucho más sólida.
La mujer pentathleta pide y exige ese lugar que por justicia social le pertenece. Es necesario generar una nueva corriente ideológica que incluya a la mujer como un elemento importante para el desarrollo hacia la cúspide y engrandecimiento del Pentathlón.
Mundialmente existen organismos que se dedican a apoyar a la mujer; como la OMS, el Instituto de la Mujer, etc., por lo que es importante en cada una de nuestras localidades nos fraternicemos a estas instituciones para cumplir así con uno de nuestros cometidos marcados en el Mensaje al Pentathlón Femenino, además de señalar la importancia de incorporarnos a los programas nacionales de trabajo del Instituto de la Mujer y de otras organizaciones, además la asistencia a conferencias y eventos especialmente dedicados a la mujer. Finalmente, la única forma de adquirir el conocimiento es transmitiéndolo y se requiere estar en esos lugares para adquirirlo.
Por todos estos años que hemos luchado por existir uniéndonos a la voz de una contienda femenina, te invito a no claudicar en el camino hacia los logros y metas tan añorados y que veremos cumplidos. El andar por la institución que hoy y siempre ha unido voluntades demostrando que a pesar de las adversidades se puede no solo sobrevivir sino vivir en una Patria con ideales y hambre de justicia y de libertad social.
La suma de esfuerzos para lograr esa igualdad entre individuos como seres humanos que poseen las mismas capacidades depende de nuestra capacidad de cohesión para la obtención del éxito de nuestras finalidades de existir en una institución en donde se nos ha dado cobijo, ese lugar que siempre hemos buscado.
Por lo tanto, exhorto a todas las líderes a ser esa pieza clave, el parte aguas de un cambio latente hacia una nueva era de transformación. Si algo nos ha enseñado el Pentathlón es a ser autosuficientes, teniendo iniciativas de propuesta para mejorar en algo el sistema que nos rige, porque quien no participa quien no tiene aspiraciones a ser mejor no progresa, no experimenta, no se supera.
Es hora de abrirnos ese camino que desde tiempos ancestrales emprendimos, cuando la primer comandante del Pentathlón Femenino Soledad Ascencio Pérez, con su esfuerzo y tenacidad abrió las puertas dejando una huella trascendente e histórica rompiendo con los tabúes y paradigmas impuestos por la sociedad, se había integrado la mujer a una institución militarizada, se emprendió una lucha para forjar el carácter de niñas, jóvenes, señoritas y nos corresponde por ende no abandonar esta gran causa.
Me siento orgullosa de ser una mujer tamaulipeca, de ser victorense, de vivir en esta época en la que la mujer es parte importante en el ámbito político-social pero sobre todo de ser una mujer pentathleta diseminadora de la ideología institucional a lo largo de varios años.
Gracias Pentathlon Deportivo Militarizado Universitario, casa de la juventud mexicana y de todo aquél dispuesto a luchar por el bienestar social del mundo.
Mujeres con moral de vencedor…PATRIA, HONOR Y FUERZA
3er Oficial de Infantería
MC. Biól. Brenda Leticia Eguía López
Comandante del Pentathlon Femenino SubZona Victoria
