EDITORIAL:
EL CENTENARIO DE LA REVOLUCIÓN

Mientras unos abanderan sus actuaciones en el marco de los ideales de la revolución, otros afirman que ese proceso ha perdido gradualmente su influencia, de tal forma que en el presente las circunstancias son prácticamente las mismas de un siglo atrás, por la manera en que el país ha sido gobernado a través de estas 10 décadas. Ayer, el Rector de la UNAM comentó que mientras existan la pobreza, la desigualdad y la injusticia social en México, los ideales de la Revolución seguirán vivos y vigentes.

¿Cuáles son los motivos que detonaron esta lucha interna? Las respuestas, en opinión de los historiadores expertos, también se dividen en función de sus convicciones políticas. Lo que sí podemos establecer son las condiciones políticas, económicas y sociales de la época: un país económicamente sólido como Estado, pero con riqueza en unos cuantos, mientras el 80% de la población vivía del salario rural; un Presidente con 34 años en el poder de un gobierno-dictadura; movimientos de la clase obrera reprimidos mediante el uso de la fuerza militar (Huelgas de Cananea y de Río Blanco) y la industria en manos extranjeras. Las condiciones hoy son diferentes, aunque sí hay graves problemas sociales, a los que impulsaron la Revolución en 1910. Resultados de esa lucha son: la Constitución de 1917, que da garantías en educación pública, en propiedades de la nación, en la intervención del clero y, la herencia más importante, la democracia: el derecho de todos los mexicanos de decidir quiénes son nuestros gobernantes.

El Pentathlón no surgió de la revolución, pero hay que reconocer que no habría podido existir sin las condiciones sociales del país que resultaron de ese movimiento. La formación que reciben los jóvenes está orientada hacia la formación de ciudadanos con profundo amor a la Patria, a base de una ideología enmarcada en la justicia, en el orden, en el deber y en la fraternidad de los hombres.

En el año del Centenario de la Revolución Mexicana, esta institución se suma a la conmemoración nacional, más allá de la intervención en ceremonias, desfiles y actos públicos, lo tenemos que hacer participando con la sociedad en la promoción de altos ideales patrióticos. El compromiso es de todos, Jefes, Directivos administrativos e instructores en el campo, de crear en las nuevas generaciones de mexicanos una mejor conciencia ciudadana, democrática, con cultura de responsabilidad social, que trabajen en aras de un mejor país, a través de sus propios actos y de la educación que inculquen a sus hijos.

Vivimos un México de jóvenes, una generación que no vivimos la experiencia revolucionaria y que la aprendimos teóricamente a través de la escuela y de los libros. Una Patria necesariamente inmersa en la globalización, una nación cuya modernidad aparentemente ha borrado de las memorias el sacrificio heroico de nuestros ancestros liderados por Zapata, Carranza, Madero y tantos otros caudillos, que nos heredaron libertad y democracia. Por tanto, es nuestro deber como pentathletas, celosos vigilantes de la grandeza de México, defender ese legado a base de una concientización permanente de propios y extraños.

Patria, Honor y Fuerza
El Jefe de la Sección de Coordinación
de Subzonas y Unidades del EMZ
1er. Oficial de Cadetes de Infantería
M. en D. Jesús Alfredo García Eng
SMN/B4471402                         CSZ/28B01258