LA JUVENTUD EN EL PENTATHLÓN

Por: Sub-Oficial I.S.C. Clara Trejo Villeda

Jefe de la Sección de Hacienda del EMZ

 

Ser joven es un privilegio que la vida nos entrega. ¿Quién no ha sido joven? El día de hoy te vengo a hablar a ti, a ti y a ti, que lo vives intensamente y que eres lo más importante para tu familia, así también para tu país.  No están de sobra las palabras del poeta “Juventud, Pláceme de ver tu lozanía”.  Es una etapa que gozamos al máximo, donde tenemos la oportunidad de explotar nuestras mejores habilidades, y todo nuestro potencial.  Estamos llenos de energía, de fuerza, vitalidad.  Pues permítanme decirles que todo esto nos puede llevar al éxito o al fracaso, pues es una etapa decisiva, forjadora de carácter, temple, que marcará nuestro destino.

 

Toda esa energía debe ser canalizada para hacer el bien y lograr cosas positivas, alejando toda intención de maldad, de travesura, de perjuicios en contra de terceros, posturas pesimistas o de desaliento; es aquí donde entra nuestra gloriosa institución, Pentathlón Deportivo Militarizado Universitario, nuestro querido “Penta” como le llamamos cariñosamente; ha hecho y continúa haciendo su labor con la juventud mexicana, sin lucro, sin falacias.

 

Nace precisamente del inconformismo a la falta de valores nacionales, del rechazo  a la comodidad, al egoísmo que prevalecía en la época.  Por sus filas han pasado miles y millones de jóvenes desde 1938 hasta el día de hoy, y en los años venideros lo seguirán haciendo, fortaleciendo cada vez más sus ideales y, ¿por qué no? convirtiendo utopías en realidades.

 

El Pentathlón entrega a México ciudadanos auténticos, preparados para enfrentar los mayores retos de la existencia.  Su disciplina militar, el deporte, su ideología; todo en conjunto, son herramientas esenciales para hacer de los jovencitos de hoy, hombres y mujeres de bien del mañana.

 

Nuestros jóvenes descubren aquí el medio de conocimiento para encontrarse a sí mismos, en la etapa de su vida que requiere de identidad, esa que está llena de incertidumbre, de preguntas en busca de respuestas y que es característica de todo ser humano.  El Pentathlón genera, nutre, desarrolla personas positivas, creadoras, educadas, sanas y no sólo en cuerpo, sino en mente y las fraterniza bajo una misma bandera ¡México! y con un solo objetivo, ¡la grandeza de la Patria!

 

Hoy en día, el Pentathlón enfrenta un mayor reto: recibir a la juventud actual, influenciada enormemente por los avances tecnológicos, con una diversidad de intereses. Pero si de algo estoy segura, la disciplina, el deporte y su ideología no caducan, siempre están frescos para dar y recibir, no atienden el tiempo, siguen estando ahí vivos, como si hubiesen nacido hoy, o mañana o ayer… qué importa la relación temporal.  Y entonces evolucionamos, nos adecuamos al presente, utilizamos también tecnología para contrarrestar tecnología, nos damos a conocer a través de la red de redes, creamos técnicas visuales y nos comprometemos para satisfacer la demanda de nuestras generaciones presentes.

 

 

 

¡Qué Honor pertenecer a esta institución!

¡Qué orgullo de recitar nuestro lema Patria, Honor y Fuerza!

¡Se mantendrá viva la llama, pues todos y cada uno de nosotros, al pasar por aquí adquirimos un compromiso real de no permitir que se extinga!  Este es el semillero de árboles frondosos y fuertes, únicos e indivisibles en su especie, como todo ser humano debe ser.

 

¡El Pentathlón es de todos!. Mantengamos viva la hoguera por una juventud libre de vicios, fortalecida, capaz de formar un país sobresaliente, digno, soberano!  La juventud en el Pentathlón.

¡La juventud de México, por México y para México!

 

He dicho.